TU CENTRO

TU CENTRO

Cuando estés agobiada, angustiada o estresada en tu día a día, vuelve a recuperar tu centro

Pero…  ¿Volver a mi centro? ¿Qué centro? ¿El centro estomacal? ¿El centro abdominal?

Tranquila yo también tuve esas dudas, y pensé… ¿que me quieren decir con volver a tu centro?

En nuestro día a día en la oficina, fuera de ella tenemos que cumplir plazos de entrega, tenemos listas infinitas de tareas, proyectos y responsabilidades: todo esto contribuye a que sintamos que nuestras vidas sean agitadas, inmanejables e incontrolables, y así nos vayamos perdiendo de nosotras mismas, por lo cual, cuando se habla de volver a tu centro, significa volver a ese estado de serenidad y quietud interna, al que acudimos cuando ese oleaje nos sobrepasa y perturban nuestra paz interior.

¿Sabrías tú ahora cómo encontrar ese equilibrio? Y conectar con tu cuerpo, en ese ajetreo diario. ¿Cómo podemos encontrar nuestro centro en momentos de estrés?

Todos nos hallamos con personas, situaciones, y períodos estresantes en nuestras vidas. Lo que hace que cada uno de nosotros sea diferente a otro son las elecciones que hacemos en un momento dado.

Cuando pierdes tu equilibrio, puedes restablecer tu alineación interna de forma rápida y fácil con tan solo unos sencillos pasos.

Consciencia

El primer paso es tomar consciencia de que estás fuera de tu centro. Una vez que percibas que has perdido tu centro, tienes la oportunidad de hacer una elección consciente para cambiar tu estado interno.

Una persona que decide conscientemente es alguien que toma decisiones para desplegar un mayor nivel de potencial.

En primer lugar, debes ser consciente de la necesidad de reorientar tu energía o tu enfoque.

Para comenzar a cultivar la consciencia interna, comienza cada nuevo día o cada nuevo proyecto cerrando los ojos, realizando unas cuantas respiraciones profundas, e imaginando que cada vez que te acercas a algo, lo haces desde de un lugar de equilibrio.

Observa cómo empiezas a sentirte con mayor paz al hacerlo, a continuación, abre los ojos y sigue con tu día.

Intención

Establecer tu intención teniendo en cuenta cómo te gustaría responder a los desafíos de la vida. Una intención está basada en el futuro y plantada como una semilla colocando tu atención en ella en el momento presente.

Tu intención podría ser la de detenerte o bajar tu ritmo lo suficiente para tomar una decisión clara. Tal vez te has dado cuenta de que es necesario eliminar algunas actividades y otros compromisos, o que quieres encontrar tiempo en tu agenda para la relajación y la reflexión.

Ten claro el resultado que esperas preguntándote lo que te gustaría experimentar. ¿Qué decisiones te gustaría tomar en este momento, y cuáles son las opciones disponibles?

Si eres una persona visual, obsérvate en calma, serena, relajada y simplemente contempla la situación o circunstancia antes de proseguir.

Si eres más una persona cinestésica, imagina que estás flotando justo por encima de la situación y siéntete serena y no afectado por tu entorno. Detente y reflexiona sobre cómo te gustaría sentirte en esta situación. Esto te ayudará a dirigirte hacia un estado más armonioso. Desde este lugar de claridad, paz y equilibrio, puedes continuar con el éxito.

Cada vez que observes que tu calma interior está comprometida, toma unos minutos para cerrar tus ojos y sé consciente de cómo te sientes en ese momento. Luego -con tu atención en el aquí y ahora- elige regresar a tu intención anterior y vuelve a ese lugar donde te sientes relajado, presente y centrado.

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