Un elemento sutil, pero a la vez fuerte, tiene un carácter animado.
Cuando pensamos en el aire, pensamos en el viento, que hace que todo se mueva mientras que el mismo es invisible. El viento se lleva todo lo que encuentra a su paso en el mundo físico. El aire se vincula principalmente a la transmisión de ideas.
Las características principales del elemento aire incluyen: expansión, ligereza, movilidad, ritmo. Es un elemento masculino que se relaciona con la libertad, dicha, confianza, creatividad, aptitud comunicativa, organización, comprensión, conocimiento.
A diferencia del agua, la tierra y el fuego; de los elementos que ya hemos visto, el aire tiende a dispersarse en todo el espacio que ocupa, por lo que se ajusta a los demás elementos y los envuelve.
El aire representa la respiración, en la filosofía yóguica llamada prana, energía vital de la cual surge toda la vida y que representa el punto de contacto entre el mundo físico y el mental.
La mente, si desea ejercer su influencia sobre el cuerpo, puede recurrir al control de la respiración. Del mismo modo el control de la respiración puede sosegar la mente.
Las personas aire están dispuestas a cambiar el mundo, pero no suelen hacerlo como una expresión personal. El aire siempre tiene un fuerte carácter social. Un revolucionario de aire quiere la libertad para imponer sus ideales a la totalidad de la sociedad. Si ves el carácter de Ganhdi, él era una persona aire.
Aunque el aire es muy social, en ocasiones es incapaz de manejar bien la verdadera intimidad. Esto se debe a que opera de manera extensiva más bien que intensiva, procurando cubrir el mayor terreno posible para así tener una visión más general de todo. El intelecto del aire es desapegado y objetivo, también es superficial y rápido. La mente de las personas aire pueden tratar muchos más datos y son más rápidas y eficaces que las de ningún otro elemento. Son excelentes para organizar, observar, planear y para el pensamiento original y creativo.
Estrategias para potenciar el elemento aire:
Pranayama (ejercicios respiratorios)
Respiración profunda o completa: observando la respiración, inhalando y exhalando profundamente hacia el abdomen, el pecho, hombros y garganta y exhalando de la misma manera o invirtiendo el orden.
Respiración alterna: alternando la respiración por fosa nasal derecha e izquierda. Inhalando, cambiando, exhalando, inhalando, cambiando y exhalando.
Posturas de Yoga que ayudan a balancear el elemento aire:
Anjali asana (luna creciente) entrelazando manos por detrás de espalda y abriendo el pecho.
Bhujangasana (postura de la cobra) Matsyasana (postura del pez), Inversiones como Sirsasana (parado de cabeza).
Busca espacios de silencio, aléjate del ruido diario y pon una actitud de estar consciente en el momento presente. En tus tareas diarias, comidas, aseos, ocio. intenta ir más despacio. (no pongas el piloto automático).
Pon atención a tus palabras, a lo que dices y cómo lo dices y date cuenta si se corresponde con lo que quieres transmitir.
Párate un instante y obsérvate: – ¿Te sientes dispers@ en tu cotidianidad? ¿Te cuesta concentrarte y ordenas tus ideas? ¿Eres capaz de transmitir con un lenguaje claro y conciso lo que quieres decir? ¿Escuchas con atención o tiendes a la distracción? ¿Eres de ideas fijas? ¿Tienes una visión clara de las cosas?
Cuando nuestro aire está equilibrado, somos más objetivos y eficaces, creativos y con capacidades para organizar, observar, planear etc.