Este año nos ha ido enseñando muchas cosas, ha sido un año muy importante, en todo los sentidos, seamos conscientes de todo lo que nos ha traído y los aprendizajes que hemos ido teniendo durante el año.
Hoy me he sentado 1 hora para anotarme si he conseguido mis objetivos que me había puesto en el año, etc. Y cómo durante el año, todo fue cambiando, eso me hizo parar, y comencé a anotar los aprendizajes que me daban todos los acontecimientos este año se han ido sucediendo.
EL DESAFIO DEL DIA A DIA
La lista es larga, y agradezco también a cada persona que estuvo en mi camino para darme ese aprendizaje. Pero uno de los más fuertes es que cada día había un desafío diferente. Pero, ¿qué es realmente un desafío?
Bien, se puede traducir como un reto difícil al que queremos enfrentarnos, también enfrentarte a esos miedos y dejarte caer al vacío sin saber que va a pasar, hay que ser valientes para hacerlo y cada uno lo hará a su ritmo y llegará al lugar que quiere llegar.
Constantemente nos enfrentamos a desafíos no solamente este año de pandemia, como decía antes, si llega ese momento desafiante, debemos parar, observar, respirar, y no rendirse. Al observar, conectamos con lo que está sucediendo, analizo no me rindo y veo la infinidad de oportunidades que me está ofreciendo ese momento, si no lo veo en el momento, dejo un espacio, tal vez el siguiente día me dará más claridad.
LOS DESAFIOS SON OPORTUNIDADES PARA CRECER
Siempre que surjan cargas repetidas o situaciones desafiantes en nuestra vida diaria, debemos entenderlas como una oportunidad de aprendizaje, aceptarlas y desarrollarnos más. Los nuevos desafíos son oportunidades maravillosas para aprender cosas nuevas sobre uno mismo. Los diversos desafíos de la vida hacen que sigamos madurando todos los días.
Los desafíos no son coincidencias que te da la vida. Hay oportunidades de aprendizaje que están a la vuelta de la esquina para que podamos abordar ciertas cosas que aún no hemos aprendido.
Siempre piensa que si aprender nos permite transformar los entornos en los que vivimos, estas transformaciones que cambian nuestro mundo también nos cambian a nosotros mismos y eso significa que no nos estancamos en algo, que avanzamos con cada aprendizaje.
Y así la vida cobra sentido, ya que no podemos dejarlo en manos de lo divino, yo soy responsable de mi propia vida, y no me gusta caer en el victimismo. Y eso es lo que te hace tomar las riendas por ti mismo y no dejar que alguien tome las riendas por ti, y me he dado cuenta de que solo cuando tomo yo las riendas, va en la dirección que necesito y le encuentro ese sentido y me siento cómoda y contenta, ya que no me gusta rendirme ni resignarme, y dejar pasar día tras día sin esperar más allá que el siguiente fin de semana que será igual que el anterior.
Sería maravilloso si viéramos los desafíos como lo que realmente son, como oportunidades.
Oportunidades para crecer y aprender, para fortalecernos, para poner a prueba la fe en nosotros mismos.
Los desafíos nos revelan lo mucho que deseamos crear los sueños en nuestros corazones, y lo duro que estamos dispuestos a trabajar por ellos. Y esto es una bendición.