Mi nombre es Marisa y tengo 57 años, soy mucho más de piel y de contacto porque creo que un gesto y una mirada puede dar mucha más información de una misma, entiendo que sería difícil quedar todas para tomar una infusión o dar un paseo para conocernos.
Académicamente soy diplomada en Trabajo Social, una parte de mí ha sido (y es) una buscadora incansable de ese “Misterio” que se nos escapa pero que intuimos que nos habita o del que somos parte.
Esa búsqueda me llevó a sumergirme de lleno en el mundo de la filosofía y del yoga y actualmente soy una estudiante incansable e insaciable de cualquier corriente filosófica, textos, artículos, conferencias, libros, cursos o cualquier manifestación de lo que, antes que nosotros, estudiaron e indagaron nuestros antepasados.